UN DIA UN LONKO

Un día el camino de las aguas me varó junto al Calafquén, fue entonces que entendí, que cada hombre tiene un destino. A primera vista era solo un afuerino en medio de una celebración, pero esta no era cualquier celebración!. Para ser funeral parecía casorio. Entre mate y ternero velaban a la señora del Lonko de Llancahue.Como testigo mudo aguardé en la cocina, un canto azul poblaba la noche, mientras la leña a tientas iba fraguando el caldo. Primero, un intenso aroma que ardía en el ambiente y algo más que no alcanzaba a reconocer, luego un ardor de principiante - pensé. Y sin más entre humo y canto el funeral se abrió paso en el amanecer.

De un rojo intenso se cubrieron mis ojos y pude distinguir, como entre mi nariz y garganta se comenzaban a encender, una mezcla santa entre ají y cilantro, que me hace recordar hasta hoy ese sabor intenso. De este modo fue que, en mitad de las oraciones y el llanto me volví cautivo del merkén.
Para que esta historia no haya sido una de tantas, hubo que confiar en mí, no sólo dios, sino también un capital humano; mis amigos y el estado., Éste último, mediante el Capital Semilla, proyecto pensado para emprendedores como yo, y hoy les cuento mi historia para compartir con ustedes ese sabor incomparable entre ardor y picor. y ahora que ya forman parte de esta historia los invito a unirse a la senda del merkén que tan pocos hemos disfrutado y que por tantos años se nos ha enseñado, vamos a saborear este delicado e intenso MERKEN.

sábado, septiembre 03, 2011

LA NATURALEZA Y EL MERKEN

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